sábado, 24 de octubre de 2020

PERFECTAS MITADES. #titulobylaotramitad#

 

Estamos abiertos en canal. Partidos en dos perfectas mitades.

Enojados por no haber estado en el centro de nuestros cuerpos.

Que otros colonizaron. Estamos a punto de saltar.

De no saber, si estamos vivos o muertos.

Sabiendo que nuestro encuentro no será en la tierra.

Cuando nuestros cuerpos se fundan, será lo más parecido

al cielo, que nos contaron que era el cielo.

Estamos celosos, iracundos, violentos y susceptibles 

Por dejarnos pasar, por inventar amores y despedir recuerdos,

a costa de nuestras almas.

Estamos en medio del volcán, a punto de salir incinerados por

la lava y no nos importa, ni quemarnos, ni desintegrarnos,

ni arrancarnos la piel a jirones y vestirnos con ella.

Necesitamos consumirnos, evaporarnos, desaparecer en la nada.

Necesitamos ese abrazo eterno, que cure el desencuentro.

jueves, 22 de octubre de 2020

Vivos de Mierda.

 

Escribe Kety Mangione.

22/10/2020

A la mierda con todo. Con lo que no fue y lo que no sabemos si será.

A la mierda con el miedo, con llorar por los rincones y con el  terror al futuro.

Con la plata que no alcanza, con la orilla lejana, con los que se bajaron

del barco y los que ni lo intentaron.

A la mierda con el rencor, con el veneno que nos tomamos para que mueran otros. 

Con los kilos de más y los de menos. Con la dieta eterna, si te agobia.

Con los que juzgan, con los que solo se atragantan con vidas ajenas.

Con la edad, con querer lo que no se tiene, para desecharlo cuando sí.

A la mierda con la imposibilidad de cambiar, a la mierda con el

orgullo y con no perdonar, ni olvidar.

A la mierda con las cortinas nuevas, y los platos , si hay que

elegir, que sea mejor whisky o cerveza y un buen vino tinto, en una

maravillosa copa de cristal.

A la mierda con los planes, o se los lleva la pandemia o se los lleva

la parca, y si no son, es porque no tenían  que ser, ya vendrán otros.

A la mierda con la doble moral, con el pánico al ridículo, con

caminar de rodillas para ganarse el pan. A la mierda con no arriesgar,  

con dar todo por sentado, con pensar que no seremos capaces.

A la mierda con buscar el momento, con comerse los te quiero,

con no dar el primer paso. A la mierda con no asomarse al abismo 

 y mirar todo desde afuera.

A la re- mierda con  comerse los mocos, dejar que te pisen, mentirse

a la cara, con vivir sin deseo, a la mierda con las costumbres y

la rutina. A la mierda los políticos y las madre que los parió. 

A la mierda los insulsos, los que no se ríen de si mismos, los que en lugar

de ver un camino, ven una encrucijada.

A la mierda con suponer, con convencerte que las cosas son así.

Así como?. Con la nueva normalidad y la vieja.

Todos vamos a morir carajo, que sea un viaje de la ostia, que

cuando nos vayamos de este mundo, aplaudan en nuestro entierro,

Que digan, como nos cagamos de risa,  que

pongan música y que cuando nos recuerden, digan que fuimos

unos cabrones dignos de ser amados.

A la mierda con asomarse por las rendijas, a espiar vidas ajenas.

Que cada uno haga lo que pueda, pero que lo intente, carajo que

lo intente. A mierda el fanatismo, que no sea por un deporte, a la 

mierda con los ídolos de barro, con el placer del sacrificio y el 

parirás con dolor. A la mierda a los que quieren decidir por nosotros 

y a la mierda con permitirlo. 

A la mierda con bajar los brazos, porque es más cómodo.

Nos vamos a morir todos y no, no vamos a volver, por lo menos

no con nuestro cuerpo, no vamos a caminar por el cielo, pero

podemos bailar en la tierra, desnudos, vestidos, podemos cantar

a los gritos o llorar en silencio.

A la mierda con creer que las cosas buenas, le pasan a otros.

Y por sobre todo, a la mierda con esperar a mañana.



martes, 20 de octubre de 2020

ATOMOS DE PODER.

 La regla, es que no hay reglas. El sentido es solo para usarlo, 

y solo vos decidís que lo tiene y que no. No todos podemos 

hacer lo que deseamos, todo el tiempo, pero podemos tener

un tiempo deseado, para  querer lo que hacemos, un minuto, 

un átomo de segundo, podemos estar ahí, justo ahí.

A veces, lo urgente es importante, pero no siempre.

Vos decidís. si agotaste las excusas.

No podemos escapar a la muerte, propia o ajena.

No podemos buscar  justicia a medida.

Si podemos lidiar con lo que nos toca, sin morir en vida.

Podemos ir a lo profundo y rescatarnos. Podemos casi

todo, aunque lo urgente vele lo importante.

No podemos, no, escaparle al dolor, es lo más parecido

al amor, y por eso duele.

Sí podemos, si queremos, claro, barrer los preceptos, las

conclusiones arbitrarias y ridículas , establecidas por otros.

No hay reglas, porque cuando nos animamos a atravesarlas,

ya somos otros, esos que tanto fantaseamos con ser 

y siempre dejamos para después.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Salir volando.

 


Puede que un día, te despiertes sobresaltada, y estés caminando por

al borde de la cornisa.

Puede que estés dormida y creas que es un sueño.

También puede que siempre hayas estado en la cornisa y estés

soñando que estás en tierra firme, en la comodidad de tus sábanas.

Puede que aún soñando, no te atrevas a volar, ni a saltar, ni siquiera

asirte de las paredes.

Pero también , puede que si siempre has vivido, con miedo a saltar

y con pánico al suelo firme, entonces puede, que haya llegado el

momento de desplegar las alas, esas que tienes bajo la almohada.

Y así volar alto, para llegar al borde del cielo, en una elevación

de vértigo, que te devuelva el cuerpo en dos mitades.

Porque puede, que cuando tu alma encuentre lo que la hace

vibrar, decidas que durar no es latir.

Entonces puede, que puedas volar alto, muy alto, desde la

cornisa, o al ras del sueño.


domingo, 4 de octubre de 2020

MEJOR, DIBUJADA.

 


No es fácil ser Mafalda.

por. Kety Mangione.

04/10/2020

Cuando una mujer  elije ser Mafalda, se mete en terreno pantanoso.

Porque las Mafaldas son buenas, si las pintan las manos de

un hombre.

Si están estáticas y solo  expresan su voz en forma gráfica.

Si son libres y justicieras, sin salir del lápiz y el papel.

Cuando las Mafaldas, están en el mundo real, incordian,

molestan, siempre en la resistencia, cuestionándolo  todo,

buscando un mundo mejor con la dura y cruda verdad por delante.

Las Mafaldas duermen solas, o son como el muñeco del

ventrículo, las guardan al terminar la función.

No son  buenas para empatizar  en sus  trabajos.

Todas las Susanitas, quieren a Mafalda, pero en lo posible

lejos de sus novios y maridos e incluso de sus hijos.

Todos los jefes también quieren una, resuelta práctica, honesta

hasta que los enfrentan a ellos, y los ponen en evidencia.

No es fácil ser Mafalda, no es bueno cuestionarlo todo.

Viven  con el alma en la boca, pagan el precio de la soledad.

Y aunque las Mafaldas, tienen  sueños de Susanita, y hasta

logran hacer algún que otro realidad...

Nunca podrán salir fuera del lápiz de su mentor.

Cuando asoman, cuando se vuelven  tangibles, el mundo prefiere

seguir admirando la historieta.