miércoles, 24 de agosto de 2011

CUANDO LOS SANTOS VIENEN MARCHANDO









HACE 3 o 4 días que me resisto a escribir sobre religión, el papa que vino a Madrid, la maravillosa JUVENTUD cristiana y la mar en coche, pero bueno los que me conocen saben que cuando algo me ronda el bocho, resulta difícil que mi resistencia dure mucho.
No quiero, no debo emitir juicios de valor, pero sí puedo emitir lo que pienso juntando valor, no me interesa atacar a la gente en su fe religiosa, pero a la vista esta que cada día más esta gente ratifica y
deja bien sentado que no existe nada más ridículo y falto de toda moral que 1.000.000 de personas al rayo del sol perpendicular al cerebro, en un país donde todos los días se oyen voces contra el gobierno socialista y se dan muestras de la necesidad inconmensurable de tener un gobierno de derecha que sola brega por clases sociales pudientes y empresarios acomodados, digo toda esa multitud, que no solo es de este país, si no que vienen desde distintos puntos de Europa y especialmente de Latinoamerica costeándose pasajes, estancias en hoteles, comidas y compra de chucherías cambiando magros pesos por costosos euros, y todo eso para ver a una persona cualquiera, porque es solo eso una persona cualquiera, que en lugar de estudiar medicina o economía , se ha metido a cura, estudiando teología haciéndose pajas como cualquier mortal, solo que en baños de techos altos en conventos de amplios pasillos, digo pajas en el mejor de los casos, porque en los peores y en mayoría las pajas se las hacen hacer por menores desprotegidos, ejerciendo sin ningún tipo de pudor de pedofilos diplomados, eso es lo que Endiosan, un tipo desubicado hasta el punto de estar vestido con galas y lujos que exceden cualquier comentario, que no dan lugar a dudas de que hablamos de algo surrealista e inequívocamente demencial, túnicas, faldas sobre faldas, con 40 grados, zapatos rojos que cuestan lo que notrosros gastamos en un mes de alquiler, ojo de un muy buen alquiler,( las cañitas, 4 ambientes a la calle, luminoso, al frente ).
Me enerva, me desborda, toda la parafernalia que se arma alrededor de esta visita, mucho más porque involucra a la juventud DE TODO EL MUNDO, y digo, estamos perdidos, no tenemos esperanza ni siquiera en las generaciones futuras, ó sea AL HORNO CON “PAPAS”.

Me pregunto, que hacia toda esa gente ahí?, porque no estaban en Somalía, no se si el millón de personas, porque se supone que había gente local, curiosos, turistas, pero digamos que a lo mejor si la coherencia privara ante el delirio, 100.000 jóvenes de todas partes, junto a este señor de vestido largo y su séquito hubiesen usado todo ese poderío para ayudar a los millones de niños que mueren de desnutrición y en especial a los 240.000 que están a punto de hacerlo a lo largo de los próximos 60 días si no reciben ayuda inminente, urgente,por eso digo, si hubesen estado allí con una botella de agua en cada mano y un alimento, más toda esa masa enardecida de fe y de amor papal, hubiesen resultado un bálsamo para esas pobres almas, y creo que de eso se tendría que tratar la fe, de eso tendría que estar construido el imperio eclesiástico, de compasión, de amor por el prójimo, de altruismo, y no de una locura de despilfarro, seguridad, papamovil, custodios, parafraseando a la iglesia A SANTO DE QUE?
No encuentro explicación, no entiendo porque la iglesia católica tiene que cubrirnos a todos, y meterse en asuntos de estado, meterse con leyes administradas y dictadas por gobiernos democráticos libremente elegidos por el pueblo, como por ejemplo, los sistemas anticonceptivos, el aborto, la eutanasia e incluso en otros mucho mas domésticos y triviales, como seguir cuestionando la homosexualidad tan inmensamente practicada en ambos sexos por el colectivo clerical y ser los artífices directos del machismo más recalcitrante y clasista del que se pueda tener memoria. La desvalorización que hace la iglesia católica de la mujer el plano de chatura donde la ubica, como la defenestra desde los primeros párrafos de la biblia hasta nuestros días es realmente repugnante.

No es que yo vaya por la vida haciendo caridad, mis posibilidades son limitadas, y dentro de mi pirámide de necesidades, ayudo a mi grupo de pertenencia dentro de lo que puedo y también haciendo grandes esfuerzos cuando me resulta difícil, con los medios de los que dispongo, mis manos, mis oídos, mis fuerzas, mis ahorros, mis consejos, tengo una inmensa fe, la que me trasmitió mi padre, en la gente buena, fe en persistir para conseguir algo, fe en los amigos, fe en que siempre algo se puede hacer y cambiar, fe en la voluntad, aveces la corporizo en un ser superior, aveces en lo que se han ido y creo que por ahí están ayudándonos a seguir adelante, también comprendo que un templo, una iglesia, una parroquia o una catedral, puedan resultarnos de utilidad para pedir por nosotros y por los que amamos, tenemos muy metido a fuego ciertos conceptos y no es tan fácil desprenderse de ellos, pero aún así la cordura y el sentido común indican, que en un mundo donde la gente muere por doquier día a día de hambre, en la más absoluta miseria, donde las contiendas económicas y sociales se multiplican y dejan muertos como semillas, de las cuales nunca crecerá vida por muy profundo que las enterremos, creo que en este mundo así y como está planteado no hay lugar para papas enjoyados, para humos sagrados, para curas con sermones que son obsoletos antes de ser dichos, en un mundo donde el sida arrasa a ciento de miles de infectados, no hay lugar para mesiánicos que no aceptan el preservativo y que tendrían que por su condición de piadosos recomendarlo e imponerlo.
No voy a llegar a ninguna conclusión, este es un tema álgido, donde las voces se alzan ásperas y disimiles y donde es muy difícil que se acepten opiniones disonantes sin ser tildados de ateos faltos de fe, pero de algo estoy segura, nunca me han caído bien los vividores y menos aun los serviles que por miedo al castigo se arrodillan ante aquello que no comprenden y que aceptan a cuenta del paraíso eterno y la salvación de un alma cómplice y corrupta, algunos por ignorancia y la mayoría por encubridores. No, no, no, diría Amy, la talentosa Amy, no me caen nada bien.

AMEN.