domingo, 24 de febrero de 2013

HOJAS EN MARTE





UN CUENTO DE KETY MANGIONE
POST. POR K.M. 24/02/2013

y otro crimen quedará sin resolver....


Herminda Vallejos, todos los segundos martes de cada mes, se ponía su mejor vestido, uno que tenia guardado bien escondido al fondo del ropero, blanco con un galones de pasamanería decorado incaico de color turquesa intenso, no era muy largo, le llegaba hasta las rodillas, prolijo y sencillo se ajustaba perfectamente a su cuerpo curvilíneo y rellenito, se soltaba el pelo, se lo peinaba muchas veces hacia un costado, acompañaba el modelito con una carterita chiquita como un monedero de color violeta oscuro.
A las 4 de la tarde en punto llegaba a la plaza del pueblo, siempre llegaba 15 minutos antes para disfrutar un poco el paisaje, en este mes del año primaveral y verduzco. A las cuatro y cuarto en punto se oía el rugir del motor de la moto acercándose a velocidad moderada, las hojas que estaban desparramadas por el suelo de la plaza se arremolinaban y todo el mundo desaparecía, ella se quedaba sola sentada en la plaza y frente a ella había una enorme montaña de hojas de todos los tonos de verdes y amarillos, el hidalgo y caballero dejaba la moto atrás de la verja de madera y corría a su encuentro con un enorme ramo de flores frescas y perfumadas. Unos minutos después estaban revolcados y fundidos sobre el colchón de hojas, haciendo el amor desesperadamente, el recorría cada rincón de su cuerpo, despacio al principio, voraz y apurado en medio y lento y agitado al final, ella lo abrazaba con todo lo que tenia, con las piernas, con los brazos, con las manos, con los ojos y con la risa ahogada y discontinua. Antes de irse el la besaba amorasamente en las mejillas y peinaba con sus dedos los alboratados cabellos de Herminda Vallejos. El se iba en su moto, ella se iba a su casa, ese día todo le salía más que bien, la tortilla alta y esponjosa, la ensalada en su punto justo y el pollo a la parrilla era un manjar irrenunciable, aunque nadie se daba cuenta. Su marido llegaba como siempre cansado, callado y arisco, se quitaba los zapatos y se desparramaba en un viejo sillón a esperar el llamado para cenar, sus hijos un varón y una mujer adolescentes se hacían presentes con sus eternas riñas y discusiones peleando por ocupar el baño y despotricando por vivir en una casa donde solo hubiera uno. Ella etérea y divina, disponía la mesa y escuchaba en su interior su propia música, las imagenes de la tarde en el parque volvían a ella una y otra vez, y solo pensaba en el próximo mes y en próximo martes, como venia sucediendo desde hacia siete años.
Una noche, mientras cenaban en silencio y con caras adustas y enojosas, quizás por alguna pelea de esas que nunca faltaban, el noticiero escupía informaciones de todo tipo, corrupción, un hombre que había quemado a su pareja, un policía muerto al intervenir en un asalto en un supermercado y un motociclista muerto en un accidente frente a la plaza de la Constitución en extrañas circunstancias.
Herminda Vallejos se paro y recogió las manos en el delantal que llevaba sobre la falda, se acercó al televisor hasta quedar con la cara pegada a la pantalla, sus hijos le gritaban y su marido atinó a correrla empujándola suavemente hacia atrás, pero ella no se movía, se quedo ahí horas, aún cuando la tele local daba la señal de ajuste. Al día siguiente era martes, el segundo martes del mes, ella se vistió como siempre y fue a la plaza a las 4 en punto, espero, espero pero el nunca llego, entonces fue a todos los negocios de la cuadra y les pregunto a todos por el motorista, la gente decía no conocerlo, pero que era un chico joven que al momento de morir llevaba un ramo de flores y una carta para su amada, lo bautizaron el motoquero enamorado. Ella Herminda Vallejos les decía a todos que era su amante y que la carta era para ella, y que desde hacia 7 años ellos se juntaban siempre el segundo martes de cada mes en esa misma plaza. La gente creyó que la pobre Herminda había enloquecido, que la menopausia hacía estragos en ella. Sus hijos se avergozaban de ella y ya ni salían por el barrio por temor a que la gente les hiciera algún comentario sobre su atontada madre. Su marido arisco y resignado simplemente no le hablo más y ella ni siquiera se dio cuenta.
El segundo martes del mes de Abril, en un otoño gris y destemplado Herminda Vallejos se levantó más temprano que de costumbre, todos habían salido ya de la casa, busco su vestido blanco con pasamaneria turquesa intenso, se lo puso y notó que le quedaba muy grande, lo ajusto con ganchitos acá y allá y agregó un cinturón ancho y ostentoso a su delgada cintura, se soltó el pelo deslucido y pajoso, y con el corazón desbordado de ansiedad, salió al patio y miro hacia el cielo plomizo y difuso, los arboles se desprendían de su follaje ante su mirada, las flores esparcían por todo el patio sus pétalos achicharrados y débiles y un ruido potente la sobresaltó de repente, era el rugir del motor de una moto que intempestivamente atravesó la medianera lindante y se metió de lleno en el patio derribando todo lo que encontraba a su paso, las hojas de colores verdes y amarillos se arremolinaron formando un colchón en un rincón de la vieja terraza, él, hidalgo y caballero bajo raudamente de la moto y tomó a Herminda Vallejos en sus brazos, se besaron y se abrazaron con todo lo que tenían, con los brazos, con las manos, con la risa, él le alizó los pajosos cabellos con los dedos hasta dejarlos lisos y brillantes, ella lo beso en las mejillas una y otra y otra vez.
Cuando su marido llego a casa, la busco en silencio, por cada cuarto, en la cocina, en el único baño, no la llamó en voz alta, solo la buscaba, finalmente se sentó en el viejo sillón a esperar que apareciera. Sus hijos llegaron y preguntaron al padre donde estaba Herminda Vallejos, su madre, el negó con la cabeza y con los hombros, ellos la buscaron en los cuartos, en la cocina y en el único baño y finalmente fueron al patio, estupefactos vieron una moto estrellada contra la medianera y en el piso un vestido blanco con adornos de pasamaneria inca de un turquesa intenso, un cinturón de charol ancho y ajado y unos mocacines gastados, que no conocían y no habían visto nunca en su vida.
La policía investigó, tomo nota, hizo pericias y busco huellas, colgaron y pegaron fotos de Herminda Vallejos en todos los postes de luz, en los supermercados y carnicerías del barrio e incluso fueron a la tele a pedir que si alguien había visto a Herminda que avise,en el pueblo se tejían todo tipo de conclusiones, que se había vuelto loca del todo, que un ovni se la había llevado, que se había ido en un barco de carga o que su marido la había matado y enterrado en el patio. De la moto nadie hablaba y del amor menos que menos.

martes, 5 de febrero de 2013

CARTA DE UN PADRE A SU HIJA


Escribe:  Mariano Facundo Sasso
post.por K:M: 05/02/2013




con ustedes.............................SIENNA VALENTINA, SASSO.


Hace seis meses comenzó la etapa más linda de mi vida. Algo que no se cómo encarar, pero que creo y espero que la vida me haya preparado para hacerlo. 
Te estuve esperando todos estos años y te hiciste esperar y me costo más de una lágrima llegar a este momento, pero como cada cosa en mi vida me cuesta y luego la puedo disfrutar más y más. 
SOS el sol que me faltaba ese que brilla aunque sea de noche, ese que da luz a la vida ese que da energía a todo lo que rodea SOS la gran alegría de mi vida y te estoy esperando como nunca espere a nada en este mundo.
Se terminan mis primeras vacaciones solo, una experiencia que no es de mi total agrado pero que tenía que hacerlo. No solo por mi si no para poder darte mi punto de vista si algún día decidís hacerlo. 
En estos días estuve pensando y dándome cuenta de la hermosa familia que vamos a formar y la alegría que vas a traer a nuestra casa. Todo este tiempo que paso y lo que nos costo, nos hizo una pareja fuerte desde todo punto de vista y ahora que estas por venir vos Sienna quiero que sepas que voy a luchar y hacer lo imposible para ni a vos ni a mama les falte nada. Creo que esperaste el momento justo para venir. Me siento en un gran momento de mi vida y creo que todo esto es gracias a vos y a tu madre que me apoyo durante mucho tiempo para que vuelva a ser el Mariano alegre y divertido y con ganas de disfrutar cada segundo. Así quiero que vivas vos disfrutando cada segundo. Cada momentó es único y así debe ser vivido. 
Cada día estoy más cerca de verte y mis nervios y ansiedad luchan contra el miedo, se que va a salir todo bien pero ya te darás cuenta todo lo que cuesta a papa cada paso que da.  Vos llegas y se que eso cambiara que tu mirada que tu sonrisa que vos en general me darás fuerza para sacarte adelante y que seas mi princesa. Tengo unas ganas locas de verte de conocerte de tenerte entre mis brazos y mimarte eso es lo que voy a hacer con vos darte todo pero todo el amor que tengo.
Pequeña princesa muy pocas veces espere a alguien con tantas ganas muy pocas veces me sentí tan pleno muy pocas veces desee tanto verte. Cada patadita que das cuando pongo la mano en la panza de mama  pienso en que me comunico y tengo un contacto hermosos con vos. Cada una de esas muestras me hacen volar con la imaginación y me siento volar.
Acabo de sentirte de nuevo y se cada vez falta menos, soy una bola de nervios y ansiedad miro a tu mama cada medio minuto para ver si tenemos que salir corriendo. Estoy ansiando que llegue ese momento y todos los que le siguen. Tengo ganas de enseñarte, de educarte, de mimarte, de verte cada día de el resto de mi vida. 
Sienna Valentina Sasso te estoy esperando!!!!!.
Llego el momento mi amor ya falta nada, mama rompió bolsa entrando al hospital y esta con mucho dolor yo estoy acá sintiendo cada movimiento y cada latidito de tu corazón. Quiero conocerte y que me conozcas quiero tenerte en mis brazos  y decirte al oído todo lo que te amo y todo lo que esperé este momento. Hasta luego mi amor. Mi gran amor.
Hola de nuevo esto va llegando a su fin y papa y mama cada vez estamos más cerca de verte,  no sabemos todavía si va a ser natural el parto o asistido pero de cualquiera de las dos maneras el resultado es que en un rato estarás entre nuestro brazos. 
Quiero verte, necesito verte, quiero ver esa carita y esos ojitos sin dudas vas a estar a la altura de tu nombre princesa Sienna.
5 de febrero el día más importante de mi vida, el día que te conocí.





viernes, 1 de febrero de 2013

TIEMPO DE DESCUENTO











REEDITO ESTA NOTA Y SE LA DEDICO A MI HIJO MARIANO SASSO Y A SU MUJER SANNE PIEPER SASSO, que estan en este maravilloso tiempo de descuento.
01/02/2013




La pregunta obligada cuando llego al
terruño es siempre la misma -cuando te volvés?-
Y yo que cuando llego no tengo muy claro si
estoy llegando o estoy volviendo, sé que
conteste lo que conteste, la gran mayoría
creerá que es mucho tiempo, porque en Buenos
Aires (especialmente capital federal y alrededores)
el tiempo no existe, nadie lo tiene, todos lo
pierden, muchos lo buscan y algunos lo hacen, otros
no lo tienen tan resuelto(como yo) que creo que el
tiempo no pasa, somos nosotros los que pasamos por
un tiempo quieto que está ahí desde siempre esperando
que hagamos algo productivo con él o nos sentemos
a verlo estático e inerte.
El tiempo no pasa rápido, bastaría con preguntárselo
a un enfermo en terapia intensiva, a un loco o a un
preso, a un enamorado que espera una llamada, a una
madre en sus últimas semanas  de embarazo o a un niño que
espera salir del colegio, no pasa igual de rápido
para un adolescente que para un anciano enfrascado
en su pasado, ni para la ama de casa que mira la
olla para echar los fideos (piñata taliata mai buie,
dicen los sicilianos)*
Pero la realidad es que los porteños hacemos estragos
con ese bien tan preciado y creyendo que ahorramos
programando todo con minutos de anticipación
terminamos como en casi todo lo que hacemos
derrochando sin piedad, agobiados y desparramados
hacemos la mitad de lo que decimos y si bien
las grandes ciudades suelen fagocitarse a su
gente, Buenos Aires se lleva la Palma y no de
Mallorca.
Este viaje que acabo de hacer, tan complicado
de entrada, tan difícil de resolver en el medio
y tan agitado en su final, me dejó la sensación
malsana de la inmediatez más absoluta.
No tuve tiempo de procesar casi nada, si bien
sabía que me encontraría con una situación muy
particular con la consabida ausencia de Vittorino
(el marido de mi madre)nunca pensé que podía
ser tan condenadamente duro soportar su ausencia
y en consecuencia tener que hacerme cargo de la
tragadora presencia de mi madre que absorbió
sin compasión cada maldito minuto, cada instante
y cada segundo de su-mi tiempo quieto.
Para llegar a esta conclusión necesite separar
mi corazón de mi mente, porque los mandatos
sociales son demasiado fuertes como para
poder reconocer que las madres no siempre
somos todo abnegación y renuncia, algunas
como la miá son capaces de todo, absolutamente
de todo en pos de priorizarse, sembrando
de suspicacias y dudas cada relación autentica
incluyendo la de sus propias hijas.
Amo a esa mujer con todo mi ser y he mirado
por sus ojos todos estos años y como le dije
a mi hermana, ella es el único débil hilo que
nos conecta con nuestro ser mas entrañable,
con nuestra infancia y nuestras almas de niñas,pero
eso no quita el irreparable daño que nos hace.
El egoísmo y la soberbia son medallas que se
consiguen haciendo mucho merito y los que las
obtienen suelen ostentarlas sin ningún pudor
si a esto le sumamos la negación mas abismal
y la ceguera del alma, el cóctel de limón y
hiel esta servido.
Es muy loco, porque para los miopes acomodaticios
el tiempo todo lo cura, todo lo puede, todo lo
sana y es supuestamente lo que le tenemos que dar
a quienes nos lo quitan impunemente, llámense padres
manipuladores devenidos en hijos caprichosos o
simplemente ladrones de órganos, porque cuando
maltratan tu tiempo, cuando te queman las neuronas,
cuando te llenan de culpas, te van arrancando
pedacitos de hígado, trocitos de pulmones y jirones
del corazón.
Para compensar esa balanza de miseria, están los
que fabrican tiempo para vos, los de siempre, los
que se lamentan por no poder dejar todo y tirarse
a la marchanta con vos sean los días que sean que
estés ahí, los que no hacen mucho ruido ni preguntan
boludeces, los que te tapan la boca para que no
digas cosas de las que seguro te vas a arrepentir
los que te hacen el aguante, aún en el más inmenso
caos, que se desparraman como las cenizas y ponen
todo lo que tienen y lo que no también a tu servicio.
En cada viaje no solo se achica el tiempo, también
lo hace el abanico de cosas que querés ver y hacer,
cada vez más acotado, más apretado, eligiendo a
conciencia, las personas, los lugares, haciendo las
cosas que hacías antes de irte con la misma cotidianeidad
con la misma bronca y la misma alegría.
Estar, eso es lo que más quiero, ser invisible, ser yo,
que cada lugar me recuerde algo, que cada esquina
me genere un pensamiento instantáneo, volverme quejosa
y divertida, despotricar como una posesa por las
tardanzas, por los desencuentros, por los precios
bajos y por los altos, por el transito por la
sensación térmica y por injusticia que cometen
conmigo cada vez que no me dan lo que yo pido.
En cada viaje voy aprendiendo que las cosas siguen
funcionando sin mí, aunque me duela como dos dedos
cerrados con una puerta, que lo que a mi me parece
no es lo que viven los que tuvieron la oportunidad
de quedarse y que no por haberme ido deje de ser
presencia, también voy asimilando no encontrar a
todos los que dejo, por las razones que fueren,
pero también a saber que habrá nuevos seres amados
a los que tendré que atesorar a distancia y disfrutar
intensamente cuando me toque IR-VOLVER.(te lo digo
a vos MIRANDA)

En definitiva y por suerte, atravesar el tiempo
(sin documentos) significa un aprendizaje permanente,
es una de cal y una de arena, pero
es mi cal y mi arena, es saber que al final me
esperan mis hijos y mis nietos del otro lado del
charco y eso es un colchón donde tirarse y no caer
herido y mal parido, pero en el” mientras tanto”
tengo una familia, chiquita chiquita que si me
fuera dado elegirla no lo dudaría ni un segundo,
ni cambiaría a ninguno de sus miembros (incluida
mi madre que por desgracia no se da cuenta de
lo afortunada que es por tenernos)
Y tengo fundamentalmente y por sobre todas las
cosas un puñado de amigos de todos los colores,
edades y tamaños, ubicados cada uno en el pedestal
que hemos sabido construir, que le dan sentido a
casi todo, que son de todo lo que extraño estando
lejos lo que más extraño en este mundo, sus voces,
sus abrazos, sus risas, los gestos, sus miradas
que dicen todo, la empatía y el momento siguiente
a la coincidencia, el discutir por todo y ponernos
de acuerdo por nada, el que me conozcan, que sepan
quien soy, cuantos hijos tengo, que mis nietos son
hijos de Pablo y no de Mariano, que Mariano es mayor
y Pablo menor, que son hinchas de racing y yo de boca,
que escribo un blog y ellos lo leen, lo comenten o
no, que nací en Avellaneda pero que viví casi toda mi
vida en Capital y por sobre todo saben COMO ES QUE
VINE A PARAR A MALLORCA.
No tengo duda alguna que no existe mejor inversión
que el tiempo dedicado a las personas que nos hacen
sentir únicos e irreemplazables y que nos llaman
por nuestro nombre, que aunque parezca algo menor
en mi caso es música para los oídos.

EL TIEMPO NO PARA, PERO NOSOTROS A VECES
PODEMOS PARAR EL TIEMPO...DISFRUTANDO.

UN SALUDO PARA TODOS LOS QUE ME CONOCEN
¿YA ESTA, CORTAMOS, NO?, ESTAMOS EN EL AIRE?...

*Olla que se mira nunca hierve.