lunes, 26 de septiembre de 2022

TUS PIEDRAS Y MIS ALAS.

 

El Problema no es tropezar

Con la misma piedra.

Por el contrario, habla de ti

Y de tu capacidad para convertirla en hierba.

El problema no son aquellos que te señalan

¡Lo has vuelto a hacer! Tenías que protegerte!

Ser más desconfiada.

El problema no es atreverte

Aún sabiendo que vas a salir dañada,

Ni prevenirte, ni adentrarte en el bosque

Sin rumbo hasta perderte.

El problema no eres tú ni tu locura, ni tu pasión

Ni tu intensidad brutal, tampoco tu forma

Visceral y descarnada.

El problema no es andar descosida

Y  tarambana.

Y vivir pegándote y despegándote

Las alas.

Ni andar con el alma de pronto

Alterada y más tarde desgarrada.

No es ese el problema, porque las alas

Se pegan y se despegan.

Ni es la locura eterna, que nos

Eleva y desciende, del todo a la nada.

Ni la intensidad.

Ni la honestidad.

Ni andar desnuda, contando estrellas

De madrugada.

Ni entregarte entera, ni emparchar tu corazón

Para que no muera de pena.

El problema es : Los que no se animan y juegan

Con tu falsa valentía, la usan, la estiran,

Se suben a tu desmesura, para luego dejarte vacía.

Y ese problema, como la muerte,

No tiene solución, ya que el que nace sin alma,

Sin alas, sin pasión y sin locura, tomará todo de ti

Por el poder que le has dado, hasta que te haga

Creer que te has equivocado.

Es entonces cuando debes

Caminar de espaldas,

Hasta que sientas que te han vuelto

A crecer las alas.

viernes, 16 de septiembre de 2022

LA FALTA QUE HACÉS.

 Escribe Kety Mangione.

16.09.2022


No es el día de tu cumpleaños,

Ni el del aniversario de tu partida.

Y también los es, claro

Porque en esos días se agranda la herida.

No es cuando estoy triste

Ni tampoco cuando estoy contenta

Es solo un instante fugaz

Que aparece y arremete como una tormenta.

Solo es ese cajón, el tercero

Que está lleno de cachivaches

Que atesoro sin sentido, como vos lo hacías

Y de repente un botón negro perdido en el fondo

Me da un golpe certero.

Un carretel de hilo vacio

Una aguja colchonera

Una pinza oxidada junto a una bolsita plateada

Que no tiene ni sentido.

Es cuando pico cebolla

Y ají para el estofado, y tu perfume

Me llega, y la mirada se ciega

Como observando largo tiempo  una estrella

Es cuando me encuentro

En la mitad de la nada

Y se que estoy perdida

Porque me falta tu mirada.

No es ni un día

Ni una hora en particular

Es cuando me ahogo y se

Que no me tengo que olvidar de respirar.

No es hoy, ni fue ayer,

Ni será mañana.

Es solo que extraño horrores escuchar tu voz

Y decirte, te quiero Mamá.