miércoles, 19 de enero de 2011

VAMOS AL TEATRO


Pezones Mariposa (un lugar acogedor)

POR, FERNANDO DANERI- post. por K:M:
19 DE ENERO DE 2011



El castellano diferencia el ser del estar habilitando la cuestión Hay que estar para ser o Hay que ser para estar? Y entonces el lugar en que elegimos estar pasa a ser una cuestión fundamental.

Cesário Ronconi (Lorenzo Quinteros) está en el pequeño y desprolijo buffet de un Club de barrio, lo regentea, es su casa y su lugar ganado hace unos años cuando La Comisión del Club resolviera entregárselo como pago por su inmenso aporte a la institución, habiendo sido Cesário una estrella del fútbol de aquellos años.

Lionel (Fernando De Rosa) es un joven futbolista (la apuesta de Cesário, su manager) que no juega hace un tiempo y está visiblemente fuera de línea. Cesáreo lo entrena (y tortura?) con la esperanza de salvar el futuro. El joven Lionel (Lío o sólo alguien sin apellido?) será la víctima, lo es desde el inicio.

Por último conocemos a Ricardo Fabricci (Darío Levy), miembro de La Comisión del Club e hijo del delantero que fuera la brillante pareja de Cesáreo en el mítico equipo de fútbol de aquellos años ya citados.

Una vez vista la escena, el escenario, que hemos conocido apenas entrando a la sala, ya con Lionel actuando; lo que aparece es una voz, un tanto perdida en principio, como podríamos escuchar la voz de un vecino, de casualidad o quizás arrimando la oreja a la pared o saliendo al patio que nos unifica. Es Cesário.

Cesário habla con Lionel y es una conversación que venimos escuchando desde hace tiempo. Hay una extraña continuidad entre la calle y la escena. Son los actores, claro, ese personaje construido por Lorenzo Quinteros en una actuación brillante, conmovedora o Lío, De Rosa, una joven promesa futbolera y un joven actor de los que aseguran que hay un porvenir para la escena nacional.

Pero el actor no puede solo, quiero decir, hay un texto, que en este caso fue construido por el director Bernardo Cappa y la dramaturga Laura Nevole en base a improvisaciones de los actores. Tal vez de ahí el naturalismo, la naturalidad, reconocida por momentos en la tradición del costumbrismo y hasta el grotesco argentino. Nac y Pop.

Estoy, soy, y recuerdo entonces una nota a Quinteros de hace un par de años donde en particular yo rechazaba el naturalismo, lo criticaba por falta de poética, por incapacidad de recrear la realidad, por ser un mero espejo reproductor, todo aquello a favor de Final de partida, la obra que en ese momento representaba Quinteros con Pompeyo Audivert.

Es la dirección, también, Qué es lo que conmueve la inteligencia o la sensibilidad poética del espectador, entonces? Creo, al menos en mi caso, es la posibilidad de recreación que provoca el espectáculo (sea cual fuera el estilo) en el público. Es la capacidad de estimular esa sensibilidad del espectador, la capacidad de poner en funcionamiento el circuito interior de recreación de manera simultánea tanto en el escenario como desde una butaca.

Hay una fórmula? No tengo la menor idea ni me interesa demasiado averiguarlo.

Los personajes, la historia, es una historia de perdedores que mantienen como horizonte el ganar: en un caso la promesa que intenta ser Lionel, en otro el pasado glorioso de Cesáreo, la medida sigue siendo ganar o perder y en ese sistema no parece ser posible la felicidad o el bienestar, ya que nada dependería de el ser, la interioridad de esos seres sino de la aprobación o valoración externa. El Campeón nunca deja de ser el campeón de los otros, de un sistema que lo precede y lo sucederá.

En fin, demasiado filosófico. Tal vez. Mientras, los personajes se insultan, se adulan, se igualan y se diferencian cada vez menos. En el transcurrir de la obra Cesário y Lionel se van difuminando, convirtiéndose casi en fantasmas mientras Ricardo mantiene cierta sensación de realidad, de cotidianeidad, reclamando por boletas de servicios vencidas o no pagas, convirtiéndose en lo institucional, organizado, en oposición al caos, pero en su obstinamiento también termina por disolverse, por convertirse en metáfora.

Es un enredo entre hombres, entre tres generaciones de hombres que para sostener su hombría acusan de puto a quién se les interponga. Metáfora o capricho futbolero. Son todo puto, circula, cada uno lo es o el otro lo es, los perdedores son putos, las pasivas, los que se dejan, el macho es el que la pone, el que actúa y sin embargo lo que trasciende, lo que leí, bah, es que nada cambiaría si los personajes fueran ganadores. Hay algo de la textualidad (y entonces incluyo actores, texto, dirección, escena) que parece decir que la melancolía, la gloria, el yo y el otro, son cuestiones inmanejables, que fluyen y circulan por esencia, por definición y que entonces no tiene sentido ganar o perder, que ganar y perder son parte de un sistema ficcional, de otro o de uno de los tantos sistemas ficcionales en que el ser humano puede quedar atrapado.

El Sábado 5 de febrero Bernardo Cappa estrena Paciente jabalí, también en El Camarín de las musas. Attenti, es un lugar en el que hay que estar, son los lugares en los que al menos yo quiero estar aunque sea por un ratito nomás. Nada es para siempre.

Pezones Mariposa

EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Mario Bravo 960
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4862-0655
Web: http://www.elcamarindelasmusas.com
Entrada: $ 50,00 y $ 30,00 - Viernes - 23:00 hs
Entrada: $ 50,00 y $ 30,00 - Sábado - 21:00 hs

Fernando Daneri .-


₪ Irma, la más dulce ₪

jueves, 13 de enero de 2011

MOMENTOS




nota de: Mariano Facundo Sasso
13 de Enero de 2011



(pueden acompañar escuchando a fito click abajo)



¿Cuanto hace que no decís TE QUIERO.?


La distancia, la cercanía, los problemas, las alegrías, la vorágine de un mundo sin dirección. Y vos te paras a pensar, uy cuanto hace que no le digo a mi vieja, o a mi amigo, hermano, mujer, novia, abuela o tía TE QUIERO............//


Un hombre estaba sentado en un banco de una terminal de tren, esperando subir a alguno que lo lleve a un lugar que ni él sabia donde era. Había salido de su casa hacia apenas cinco minutos y ya no sabía ni a donde iba ni para que. Lo único que daba vueltas por su cabeza era que hacia mucho tiempo que alguien cercano a él no le decía te quiero.
Primero pensó durante una hora y sentado en el mismo banco si el era el culpable, ya que en el ultimo tiempo solo había estado ocupado en solucionar sus problemas, sin mirar ni escuchar a los demás. Pasaban los minutos y el con su mirada perdida en tiempo y lugar asentía con un gesto. Estaba solo pero parecía hablar con alguien, sus gestos mostraban desazón, tristeza. Se sentía triste. Estaba triste.
Creía estar solo y que nadie lo entendía, que sus problemas eran mas graves que todos los problemas del mundo juntos y creía que su gente no lo acompañaba en su debacle. Recordó momentos de felicidad y de amargura, rió y lloro sentado en el mismo banco.
Habían pasado cinco horas y seguía exactamente igual pensando que su castillo de sueños se desarmaba, pero lo que mas le preocupaba es que nadie cercano a el le había dicho TE QUIERO.
Volvió a reflexionar y pego un salto la gente de alrededor lo miro y el exclamo con bronca,!! Y que hiciste vos para que alguien te diga te quiero ¡! Y siguió soñando despierto, aunque el ya lo veía mas como una pesadilla de la cual nadie lo podía despertar por que ya lo estaba. Su vida había cambiado y sus prioridades eran otras. Había pensado en crecer para poder estar feliz, y el crecimiento no llegaba y su felicidad se diluía. Parecía estar bien pero internamente se sentía muy mal y creía que ya no era importante para nadie y por eso nadie le decía te quiero.
Ya habían pasado mas de 10 horas y el seguía en un lugar que el no sabia donde era, quizás así era mejor para que su pensamiento de soledad se haga mas fuerte, abstraerse le ayudaba.
De repente y a lo lejos vio mucha gente caminar hacia el, estaban muy lejos y el no podía distinguir a la muchedumbre, cada vez se acercaban mas, y mas hasta que al fin pudo vislumbrar a su hermano, a su madre, a sus amigos y a su mujer que lideraban la caminata. A lo lejos escucho un “AHÍ ESTA ES EL, ESTA BIEN”, se le dibujo una sonrisa y vio que no estaba solo. Su familia sus amigos lo abrazaron a mas no poder y cada uno que pasaba le decía, donde estabas boludo? Siempre igual?. No nos hagas estas cosas a los que te queremos.
Y en ese momento pensó cuanto tiempo hacia que el no decía TE QUIERO.