miércoles, 18 de agosto de 2010

UN MONDO DIFICCILLE




























a PAUL RUFFINI MANGIONE....

DESCANSA HERMANO Y GRACIAS POR TODO.

Ayer, como tantos otros días estaba flagelándome desde
estas hermosas playas con el noticiero de telefe, cuando
entre un pequeño tumulto la diviso a Haydee, estaba
con una escoba en la mano, el batón, una bufanda a
cuadros tipo jUAN Perugia y unas botas de goma, me
senté un poco por la emoción y otro poco para ver mejor
el lugar donde se encontraba, todo me resultaba muy
familiar, había un colectivo que según palabras de testigos
se había llevado puesto a un coche en la esquina de Aguirre
y Lavalleja, ó sea a 2 cuadras de la que fuera mi última morada
y actual vivienda de Haydee, claro ahí me cerraba porque estaba
con la escoba, es evidente que sigue con su costumbre de
salir a barrer la vereda con tanto entusiasmo que hasta Ángel
Gallardo no para, no escuchaba bien que decía pero la veía
gesticular con el palo de la escoba a diestra y siniestra.
Espere un tiempo prudencial como para encontrarla en la casa
y la llame por teléfono, cuando me atendió todavía estaba
agitada y nerviosa, le dije que la había visto en la tele
se emocionó muchísimo y hasta me preguntó si lo había
grabado, estaba eufórica, casi tanto como cuando en el 2001
asaltaron al chino del supermercado de enfrente de casa, ese
día se le trababa la lengua de la emoción, o como aquel otro
en el 2001 también, cuando mataron al chorro adentro del
garaje del edificio de al lado, ahí también había venido la
tele y los diarios, también estaba casi frenética cuando al
empleado del locutorio que teníamos en el local delante del
PH lo levanto en pala un colectivo cuando ambos cruzaban
cortando semáforos, una idea no muy buena tratándose de
Estado de Israel y Pringles, donde normalmente vienen con
mucho envión y mientras ella seguía dale que dale con el
acontecimiento, yo seguía recordando, como un coche manejado
por un señor mayor muy borracho y muy mayor se montaba
arriba de mi pobre Renault rojo, perfectamente estacionado
y lo incrustaba contra un árbol dejándolo reducido a la mitad
de su tamaño y claro Haydee también estaba super excitada
sacándole información a los vecinos mientras que con un
trapo rejilla le limpiaba la sangre al señor borracho y trasnochador
que no se enteraba mucho de lo que estaba pasando, a decir
verdad yo tampoco. Haydee que no paraba de relatarme todos
los accidentes de los últimos 10 días, todos con un colectivo
involucrado y todos en un radio de 20 cuadras a la redonda,
también se ponía eufórica con el tema de los robos en las
salideras bancarias y los otros claro,todos por el barrio
con toma de Rehenes incluidos. Considerando que se trata de nuestra
querida Haydee, no escatimaba en detalles escabrosos y
melodramáticos, que igual no le llegaban ni a la suela de
los zapatos a los de los noticieros de turno, ella insistía en
estos últimos diez días, y yo seguía como filmando con una cámara
fija, trayendo a mi memoria hechos y acontecimientos
recientes que obviamente para la mayoría de los vapuleados
bonaerenses ya habían pasado a la historia, porque hay que
reconocer que si de algo tenemos capacidad los argentinos
es de olvido, y creo que es un mero mecanismo de defensa,
porque si en el amor dicen que un clavo saca a otro clavo,
en la vida diaria de cualquier mortal argento una noticia de
cualquier índole o factor tapa a otra noticia, un fracaso tapa
otro fracaso, un triunfo nos dura para siempre, una moda de
lo que sea nos puede, nos vence y nos inunda, un rumor nos
excita, una duda nos quita el sueño, una imposición nos rebela,
una normativa nos subleva.
Lo realmente asombroso no son los accidentes, ni la inseguridad
que dicho sea de paso existe desde siempre, desde que por
las noches los chorros se trepaban a la medianeras y te robaban
las gallinas, la ropa tendida y las herramientas, o los ladrillos
y la arena que encontraban en las obras, los cables de los
teléfonos, los caños de la municipalidad, las cooperadoras
de los colegios, los almacenes y carnicerías de barrio, a veces
al cartero, otras achacaban al cobrador de la Italo o le daban
un palazo al turco que vendía VEINES Y VEINETAS, otras
pasaban con una camioneta a ofrecerte cacerolas, acolchados
cuadros y todo tipo de enseres que acababan de afanar de las
fabricas y comercios donde trabajaban, en los colectivos subían
dos pibes con pistolas de agua o de verdad quien sabe y se hacían
con el botín de la gente, anillos, cadenitas, pulseras, billeteras,
y si no era así eran los carteristas que te dejaban en bolas
3 de cada 4 veces que volvías o ibas al laburo, también te
tocaban el culo y cuando caminabas por una de esas maravillosas
y tranquilas calles sin INSEGURIDAD, te aparecía un chabon
con la poronga al aire y te seguía hasta la puerta de tu casa y
si no te garchaba ahí mismo era simplemente porque corrías
más rápido que el.
Obviamente todo esto no salia en los noticieros, ni en los diarios,
los que estafaban a miles de personas vendiéndole terrenos fiscales,
los que vendían semillas de alambres de pua (como Darín en
Nueve reinas) los que golpeaban a sus mujeres hasta matarlas,
o embarazaban a sus hijas de 14 años, los policías que en el
parque dominico perseguían a las estudiantes pidiéndoles que
le chupen la pija y amenazándolas con que si no lo hacían
irían con ellas hasta sus casas y le dirían a los padres que estaban
en el parque haciendo obscenidades, tampoco constaba en autos,
ni venia una cámara de TN a hacerte una nota, nada, no pasaba
nada, no trascendía de las fronteras del barrio, había peleas,
robos, accidentes, golpes, droga, abortos, muerte, pero todo
eso no era suficiente para crear sensación de inseguridad, eso
es algo que nació después junto con la sensación térmica, las
compañías de seguros, las agencias de seguridad, la empresas
de alarmas y el progreso junto con la ostentación y la desmesura.
Hoy el mundo es inseguro, no hay un lugar donde esconderse,
estamos al descubierto, quedamos a la intemperie, con el culo
afuera, algunos por elección, otros por omisión y la mayoría
tratando de escaparle al anonimato.

Las grandes ciudades son, fueron y serán cada vez más
inseguras, en este mismo momento están diciendo en la
tele que en Barcelona se producen 900 robos semanales
de todo tipo, raterismos, a mano armada, en los coches
en los cajeros, en Madrid existen las organizaciones que
saquean casas, las marcan y así saben cuales están vacías,
o en que horarios no están sus moradores y las desvalijan,
ayer a la mañana boqueteros se metieron en un Banco
en Galicia (sin chiste adjunto) llego la policía, mataron a
un guardia civil, todas son noticias las escuchamos, tienen
un párrafo en los diarios, existe ETA, los chicos se emborrachan
se drogan, atacan a patadas a la gente en los subtes, hay
racismo, hay accidentes de tránsito continuamente, familias
enteras pierden la vida todos los días en las rutas, ó sea
no es que tengamos que consolarnos con estas cosas, pero
son realidades, son las cosas de siempre, magnificadas por
la desigualdad de clases, por la avidez desmedida de los
que les venden las armas, las drogas , el alcohol, por las
empresas de transportes que exigen lo imposible y por
los desesperados trabajadores que en busca de la moneda
de la felicidad acatan esas exigencias, las estadísticas
se inflan con la gente que cruza las barreras bajas, para
que después sus familiares salgan a pedir justicia y
todo el mundo despotrique por el sistema, que esta mal,
que es obsoleto, pero el sentido común también caducó,
cada uno se justifica, y sí, no somos los culpables de la
inseguridad directamente, pero lo tremendo es que no hay
UN CULPABLE, hay un mundo que gira sobre sí mismo
y repite sus historias, antes anónimas y comparadas casi
inocentes, hoy globales y atroces, nadie zafa del sistema,
si no te pisa un colectivo, te lleva un alud, o te sepulta un
terremoto, o te ahoga una riada o entra un loco en un colegio,
o en un cuartel de bomberos y baja a 40 pibes, o una manga
de pedofilos se apoderan de la vida de unas criaturas
inocentes, nada nuevo, esto pasaba en la época de los romanos,
en el año XIII antes de cristo, en los párrafos bíblicos,
la barbarie es parte de nuestra esencia, hoy más maquillada,
más estética, más simétrica en cuanto a la parte del mundo
que nos toca, porque todos sabemos que no se muere igual
en Manhatan que en el Cairo, En París que en Somalía.
No tengo obviamente una solución ni siquiera la estoy
proponiendo, solo digo que quizás si bajamos un cambio
con el sensacionalismo, si dejamos de paralizar a la gente
de crear el pánico social, buscando permanentemente el
caos y el desamparo, la sensación de inseguridad será un
poco más baja y las Haydees podrán recuperar la memoria
y tener en cuenta que lo que pasa no es producto de los
últimos 10 días, no sea cosa que por tanto oír lo que
quieren que oigamos nos volvamos sordos y no escuchemos
las bocinas de los colectivos antes de pisarnos.