domingo, 24 de noviembre de 2013

COMO LOS ALAMOS


POR KETY MANGIONE- 24 de noviembre de 2013
post. por K.M.

DEDICADO A MI AMIGA MARÍA ROSA de DERGAM, que con su partida me ha dejado huérfana de su risa, de sus palabras cantarinas, de su grata compañía, de su mirada optimista de la vida y su dedicación desinteresada y cordial hacia el prójimo. Te quiero Mary y te voy a extrañar infinitamente.


Cuando fue que nos volvimos tan serios, tan adustos, tan quejosos, cuando fue que perdimos la alegría y nos empezamos a comportar como viejos conocidos, compitiendo por quien tiene los peores recuerdos de tiempos futuros, cuando fue que en vez de ser nosotros quisimos ser otros, cuando fue que las ideas ajenas empezaron a ser las buenas y las nuestras las erróneas. Busco las llaves pérdidas por donde quiera que voy, llenos de información y de medios para comunicarnos, solo creemos en lo que vemos, ya no hay historias, ni anécdotas ni cuentos que se puedan contar, si no están en YouTube. Yo no se, no dejo de preguntármelo, cada vez tenemos el gesto mas adusto, la respuesta cruel aparece  incluso antes de la misma pregunta, todo tiene un tizne amargo, nos muestran tanto que estamos todo el tiempo preocupados por todo lo que no tenemos, por todo lo que no conocemos, parecemos piezas de fabrica pasando por una cinta transportadora, todos iguales, todos queriendo las mismas cosas, todos enojados por las mismas cosas, aún en el disenso somos 50 y 50 crispados del mismo modo por cosas distintas.
Yo me pregunto cuando fue que nos empezamos a tomar las cosas tan en serio que casi no importan y minimizamos todo aquello que tiene un valor invisible, abstracto y esencial para ser HUMANO, no se exactamente cuando pero podría decir sin duda porque.
Como nos volvimos hielo, flotando solo en un vaso hasta derretirse en un mar de individualidad, cuando fue que perdimos la nostalgia y la cambiamos por google, cuando empezamos a pensar que la palabra no es importante y la abreviamos tanto y de tantas maneras que  logramos hacerlas desaparecer, se diluyeron, se suicidaron, Cuando fue que nos dejamos convencer por el marketing que nos asesina y nos minimiza, reduciendo nuestro intelecto y dejándonos solo como parte de la maza que alimenta una red eléctrica de pobres diablos, cuando fue que dejamos que nos lleven al matadero a darnos un mazazo en la cabeza para después ser devorados a pedacitos, sin chistar e inculcando a nuestros hijos que hagan lo mismo, que no se revelen, que vayan al matadero y sin chistar, cuando fue que no quisimos llamar la atención, que nos volvimos prolijos y aburridos, cuando fue que empezamos a tener un ojo acusador `para cualquier opinión que levante sospecha de ser distintos,cuando fue que se nos ensombreció la esperanza y todo proyecto empezó a llevar asociada la palabra dinero, ganancias, salvarse. Cuando fue que dejamos de escucharnos, que dejamos de admirarnos, de respetarnos, de tenernos paciencia, cuando fue que nos volvimos como los álamos y nos quedamos de pie, enfrentados en fila y sin tocarnos. Cuando fue que le empezamos a tener miedo al abrazo, a la lágrima , a la palabra amable, cuando perdimos interés por todo lo que no sea =nuestro tema= y fue ganando el autismo, el silencio hostil, y gano la envidia, la bronca, la frustación constante, la exigencia permanente de pedir lo que no damos y no agradecer aquello que nos ofrecen.
Vivimos un tiempo donde todo parece una sinopsis de una vida, un resumen, un noticiero, noticia, noticia, novedad, muerte, corrupción, desfile de modas, deportes...el tiempo y a otra cosa, las conversaciones son sinópticas,  una competencia por hablar todos de lo mismo pero desde nuestra propia versión, que obviamente solo tiene asidero si esta debidamente documentado en Internet y puede ser chequeado. El ejemplo más claro es el fútbol, un deporte pasional por excelencia, donde desde los hinchas hasta el aguatero y los jugadores, todo era polémica, discusión, ilusión, inventos, mentiras, lujuria, con un clásico teníamos asegurada una semana de charlas, gritos, insultos y festejos. Ahora todo se reduce a las estadísticas y a quien hizo los deberes buscando boludeces en Internet sobre cada equipo, y empiezan los datos pelotudos y sin valor deportivo alguno que involucran desde cuantos pedos se tiró el arbitro, que grosor tenia el césped en el clásico de 1949 y cuantos clásicos se jugaron en ese mismo estadio en cuarto creciente. Una jugada dudosa, una posición adelantada y una patada en el área, daba para que dos amigos de toda la vida se tiren los trastos por la cabeza, ahora se sientan los dos adelante de sus respectivos dispositivos y ven las jugadas por todos los medios cibernéticos que tienen a su alcance y tiene mas importancia la velocidad con que logran conectarse que el aclarar el entredicho en sí mismo. Desenfundamos celulares, tablets, portátiles como quien desenfunda pistolas y comparamos quien la tiene mas grande, sacamos fotos de los momentos que estamos viviendo para compartirlos con 2000 personas que después de poner un inmediato me gusta se olvidan hasta de lo que vieron, mientras nosotros nos olvidamos de que estábamos hablando en el momento que subimos la foto.
No se como fue, pero lograron desintegrarnos, hacernos invisibles, borrarnos literalmente la memoria, no recordamos un teléfono, una dirección, un lugar, necesitamos coordenadas para todo, llamarnos 100 veces antes de vernos 5 minutos, tener todo claro, cuando llegar, que llevar, que vamos a comer, hasta que hora dura el evento, todo calculado, no hay lugar para la improvisación, ya nadie toca el timbre, nadie “NO QUEREMOS MOLESTAR” no queremos sorpresas, queremos que todo este anunciado, chequeado. Lograron meternos en una burbuja y tenernos controlados las 24 horas, como en de Truman Show y estamos tan enajenados que solo nos contiene el COMPARTIR con muchos lo que no podemos conversar con unos pocos, nos fuimos quedando solos, como si estuviéramos en una permanente terapia intensiva, conectados, asistidos, solos y dolidos, padeciendo la enfermedad el enojo, del descontento. No se como fue que olvidamos las letras de las canciones y dejamos de cantarlas en voz alta, yo no se como fue pero ya no cantamos ni en la ducha, será por miedo a que los vecinos de quejen? Puede ser, porque tampoco se cuando nos volvimos tan ortivas, cuando empezamos a señalar con el dedo impunemente, cuando empezamos a llamar a la policía a la de una denunciando hasta los pocos ingenuos que quedan por ahí y hacen un rin-rajen.
No se cuando fue, pero quiero, deseo, necesito que cambiemos, que la muerte deje de ser una noticia que le pasa a los otros, que no sea más importante una muerte que otra, que la muerte no empareje gente de mierda con buena gente, morirse no es sinónimo de volverse bueno, pero es lo suficientemente definitivo para que la muerte de gente buena sirva para cambiar el rumbo, para replantearnos la posibilidad de ser felices, de ser alegres, de ser conscientes de lo afortunados que somos de seguir en carrera. Hay tantas frases hechas como necesidades de justificaciones, de nada sirven si cuando tenemos 5 minutos libres, nos metemos en Internet a pedir vidas para jugar a juegos de vidas que parecen reales, con seres virtuales, encerrados entre cuatro paredes literales.
No hay nada más placentero que aquello que se comparte, nada más gratificante que los recuerdos que vuelven en forma de imagenes, nada más confortable que las sorpresas que te renuevan y te llenan de adrenalina, nada mas educador que la carcajada liberadora, intempestiva como una trompada en la nariz , la risa te deja dolorido, relajado, indefenso, la risa no teja teclear mensajes, ni sacarte fotos y lo mejor de todo es que cuando lo explicas, cuando lo contas es imposible transferir ese momento mágico, donde el enojo, el dolor y la crispación te abandonan, para dar paso a una oleada liberadora como una brisa de verano, no se puede transferir, no es transferible ni negociable, aunque logres captarlo y subirlo a Youtube, aunque lo cuentes con lujos de detalles.

Hay que ejercitar los sentidos, usar la palabra dicha para comunicarnos y también todos los medios que felizmente tenemos a nuestro alcance, pero si no salimos del enojo, si no volvemos a reír, a cantar, a celebrar, seremos como los ÁLAMOS, viejos sabios enfrentados que nunca llegan a tocarse.

17 comentarios:

  1. muy buena nota. Mary te vamos a extrañar. Lo que no me queda claro es si puedo compartir la nota.

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  2. Josefina Williams Excelente kety, te quiero y te mando un abrazo enorme!!!

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  3. ufff todo un temón, y todos metidos adentro, yo me pregunto lo mismo muchas veces, ya no se puede hacer ni un chiste sin que te salten encima la asociacion de mujeres golpeados, los del orgullo gay y la mar en coche..muy divertido lo de fútbol es tal cual..se te quiere Kety no te borres que nos hace falta tu despertador.

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  4. verdadades grandes como casas, que ninguno sabemos ver, metidos como estamos hasta el cuello en las cosas que no importan, Como siempre los bordas con tu mirada astuta y divertida.

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  5. Mirta Morales impecable Kety, IMPECABLE !!!!

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  6. Martina Castro Qué tristeza! Gracias por abrirnos los ojos. Por poner en palabras tantas cosas implícitas. Te quiero, genia!

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  8. ROJO DE AVELLANEDAlunes, noviembre 25, 2013

    IMPRESIONANTE BAÑO DE REALIDAD, PARA TENER EN CUENTA PALABRA POR PALABRA. ABRAZO DE GOOOOLLLLLL, GOL DE CANCHA CHICA EN VIVO Y EN DIRECTO.

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  9. Pablo Sasso Mea culpa, me siento totalmente identificado, no paró de trabajar y olvido mejor dicho no recuerdo lo más importante, la familia, nuestras charlas sin fin, las sonrisas olvidadas
    LO JURO POR MI PELLEJO PARA MI DIOS ES MI VIEJA

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  10. C.D.N, de Monte Chingolo a Menorcalunes, noviembre 25, 2013

    me encanta lo que escribís y como lo haces, humor asido, hiriente, verdades que duelen y pegan bien abajo, como dicen acá, verdades como puños. Nos hemos convertido en una especie rara e inerte, tanto que hasta en las redes sociales queremos aparentar, ponemos fotos donde salimos bien, crucificamos a quien nos etiqueta y nos sube desaliñados, gordos y con la boca torcida. Estamos muy mal y vamos a estar peor sin duda, si no despertamos a tiempo.

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  11. y sí cuando tenes razón Tanita linda, tenés razón, que es casi siempre, y por eso ni fesbó ni tuiter ni nada, el viejo y querido mail, mucho tiempo para leer cosas tan buenas como estas que escribís y el resto del tiempo a birriar y departir con los giles argentos que dan vueltas por el muro de los lamentos. Beso capa.

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  12. soledad, cala millorlunes, noviembre 25, 2013

    Soledad Ayala Fernandez Estremecedor...buf!!

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  13. y que te puedo decir un ermitaño como yo, que vivo en el sur, en un paraiso terrenal, rodeado de libros, que ya casi no tengo con quien comentar, los que me visitan vienen con SUS DISPOSITIVOS, y les preocupa más encontrar la puta señal de wifi que ver el paisaje imponente que tienen ante sus ojos, es un mundo raro Tana, raro como vos, sos una mina rara, como un marmol rosa, como una rosa negra. Mina rara por suerte.

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  14. sandra...avellanedamartes, noviembre 26, 2013

    Sandra Sasso Tremendo Tia!!!!!

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  15. Uno extraña los viejos modos de comunicacion, hoy esto es lo que hay, lo cual no quiere decir que hay que aceptarlos sin chistar. Yo prefiero 3 amigos a los que le pueda escuchar la voz o mirarlo a los ojos cuando me habla, pero no siempre se puede por la forma en que se vive hoy, aunque el sistema no es perfecto las redes sociales ayudan a sentirnos mas cerca. Myu bien expresado como siempre. Mabel de Congreso.

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  16. Se me vinieron dos películas a la cabeza mientras leía. El Gran Pez, donde el padre contaba sus historias de fantasía (y no tan así) e Into the Wild, por razones obvias. Brindo por la manera de canalizar el dolor.

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  17. El tiempo corre más que las palabras, nada escapa al futuro, todo lo dicho hoy mañana es anticuado

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la que modera los comentarios es rubia, sabrán entender, ustedes tranquilos, comenten sin miedo, eso de la moderación es puro cuento, porque además de rubia es ARGENTINA.