lunes, 16 de noviembre de 2020

CERO A LA DERECHA.

 

Cuando algo te parte al medio de verdad,

ese es, el preciso momento en que estás

absolutamente entero.

Consciente de cada movimiento en tu pecho

al inspirar y expirar.

Es uno de los ejercicios más duros, al que

te podés enfrentar.

Hacerlo maquinalmente, es lo que te lleva

a no darte cuenta, que ese movimiento

involuntario, es el único que te separa de

la muerte.

Respirás, y aunque ves los cadáveres por

doquier, seguís pensando, que no es tu

destino, y además no podés detenerte ante

tan nimio detalle, porque hay que llorar, lamentar

culpar y seguir en el camino destructivo de

malgastar pulsaciones.

De todo eso, solo te vas a dar cuenta, sí esta,

la única vida que tenés, te parte al medio,

porque cuando eso pasa, la cabeza se abre  

el corazón queda latiendo solo a medias,

y el aire se te escapa por el agujero de la garganta

hasta ahogarte. Entonces luchás por cada átomo de

aire, por cada latido, y sabés que la muerte ya

no es ajena. Así dejás de lamentarte, mañana

no existe, todo es acá, todo es ahora.

La sangre brota por cada corte transversal, y

no es la de otro, es la tuya, la ves por primera

vez, la oles, y es ahí justo ahí donde lo único

que cuenta es el minuto siguiente, no mañana,

no el mes que viene, no nada. Cuando estás

partido al medio, lo único que querés es respirar,

vivir, sentir, latir, ahora, entero.


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la que modera los comentarios es rubia, sabrán entender, ustedes tranquilos, comenten sin miedo, eso de la moderación es puro cuento, porque además de rubia es ARGENTINA.